OTRA VEZ EL ALCALDE DE TRIGUEROS, HUELVA, EN LA PRENSA

Desde hace meses la prensa provincial de Huelva, así como de otros ámbitos, no deja de hacerse eco de las constantes pruebas de intransigencia que muestra el alcalde de Trigueros, Huelva, el socialista y ex andalucista tránsfuga Cristóbal Romero, contra todos aquellos ciudadanos y colectivos sociales o políticos que osan criticar su gestión pública. La arrogancia de este señor llega hasta tal punto que incluso está impidiendo con sus comportamientos la normal y democrática labor de los partidos de la oposición. Su última hazaña ha sido negar al principal grupo municipal opositor, Izquierda Unida, el despacho municipal obligatorio para que puedan realizar su trabajo como grupo político dentro del consistorio. Recogemos aquí el recorte de prensa del periódico El Mundo, de 21 de diciembre de 2009, así como el texto y la fotografía de las protestas durante el último Pleno Municipal que la Asamblea Local de I.U. de Trigueros contempla en su blog. (www.izquierdaunidatrigueros.blogspot.com).

"Una vez más nuestro alcalde, el tránsfuga Cristóbal Romero, vuelve a salir en la prensa, sin previo pago, queremos decir, y sin que se trate de una intrascendente entrevista de promoción. Es muy significativo este hecho, ya que su presencia en los medios no viene dada por que tenga una política efectiva, imaginativa o productiva, no, de nuevo la prensa provincial se hace eco de la actitud de "reyezuelo caribeño" que el primer edil triguereño perpetra contra nuestro grupo municipal, en este caso reflejando la inexplicable, intransigente y antidemocrática postura, continuada y reiterada, de negar el despacho municipal que por ley corresponde a Izquierda Unida. Afortunadamente en nuestro país el desarrollo de las libertades públicas garantiza que los comportamientos políticos, como a los que nos tiene acostumbrado el señor Romero, no pasen desapercibidos y tengan su oportuno reflejo ante la opinión pública por más que no sea del agrado de nuestro alcalde y crea que puede interpretar la ley a su medida, a su antojo y según sus intereses. No está demás recordar que la legislación no es una de esas "chaquetas" que Cristóbal Romero se pone o se quita a discreción o según el color que le apetezca lucir. "